martes, 20 de octubre de 2015

Esos martes bajitos

Como cualquier hit del verano, los martes están más que infravalorados. Puede ser que lleguen a estar incluso olvidados. Tanto como ese corazón que se encuentra en la puerta de los servicios de cualquier bar de carretera.
Palabreando: Hit = Pelotazo del verano que bailas hasta que te salgan rozaduras en los pies y que, sin comerlo ni beberlo, con la llegada del invierno se fulmina de tus recuerdos. 
Parecía que nunca podrías dejar de tararear el nuevo tema del verano, todo giraba en torno a ella. Su letra te recordaba cada instante de tu incesante vida por muy aburrida que fuese. Y como cualquier martes se fue. 

Odiamos los lunes por ser el primer día de la semana. Arrancar cuesta si has pasado un fin de semana de lo más espectacular: echado en la cama hasta las diez de la mañana. 
Amamos a los miércoles porque tienen un gran rótulo que nos indica que a tan solo veinticuatro horas llega el deseado Juernes
Curiosamente, los jueves y los viernes son los más queridos por la sociedad moderna, aquellos que forman parte de alguna tribu urbana, véase los modernos de pueblo, los hipster, la gente privilegiada que tiene que seguir yendo a trabajar...Digo privilegiados porque hoy en día quien tiene un trabajo tiene un tesoro. Han adquirido una buena y grata costumbre, irse de copas o de cerveceo. 
¡Qué bonitos son los días de la semana!...ains. Pero, ¿el martes? ¿qué ocurre con el martes? 

Desde tiempos inmemorables el martes siempre ha sido temido. Veamos pues:

-Mama, ¡nos casamos!
-Estupendo cariño, pero el martes....ni te cases ni te embarques.
-Mamaaaaaaaaaa
-Avisada quedas

Todas hemos sido hijas pero parece ser que al convertiros en madres os dan un kit con algún que otro complemento que se adquiere nada más enterarte de que estás embarazada. No me explico cómo se puede pasar de tono pasota: "que paso mama" a "ves, te lo dije". 
En Pedagogía teníamos asignaturas que abordaban los temas familiares pero creo que el super kit solo lo obtienes en ese momento especial en el que gritas: CARIÑO, VAMOS A SER PADRES. Y él, con esa cara de digamelón otra vez, se cae lentamente al sofá. 

Así es, en mi caso los martes los utilizo para ir al médico. 
PD: Querido diario, aún no te he contado cómo fue ayer lunes. Lo puedo describir rápidamente: Una mierda. De buena mañana ya iba de cabeza con un tema peliagudo. Un familiar mio volvió del hospital y no mejora. Me cuesta pensar que hace tan solo dos semanas iba como una filigrana. Dos semanas han bastado para sacudirla, no parece ni es la misma. 
A veces siento que no he pasado el suficientemente tiempo con ella. La edad o el no conocerla abrió una brecha que no me permitió participar de su vida diaria. Seguramente no sea un adiós para ella, pero si un adiós para sus recuerdos que la hacen ser distinta.

¿Qué me deparará el martes? Pronto lo sabremos. De momento me levanto y me dirijo a la cocina para prepararme el desayuno. Puede que hoy me haga tila en vez de cola-cao. Paciencia.

Y vosotros ¿qué pensáis del martes? ¿qué planes tenéis para hoy? 

Besus. Victoria.

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